El equipo de Mario Saralegui confirmó sus legítimas aspiraciones al título, exhibiendo una incuestionable superioridad futbolística e imponiéndose por 4 a 2. También en las tribunas Peñarol se adueñó de la tarde.
Jugando el mejor partido del campeonato, Peñarol doblegó con claridad al rival de todas las horas por un tanteador que no refleja la supremacía ejercida desde el comienzo y a lo largo de casi todo el encuentro. Corrían sólo 5 minutos cuando llegó la primera gran emoción. Antonio Pacheco ejecutó con maestría un tiro libre al borde del área, colgando la pelota del ángulo superior derecho.
A los 20 minutos Ruben Olivera –de estupenda producción- recibió de Estoyanoff y sorteando rivales remató al arco con la jerarquía de un jugador excepcional. Un verdadero golazo que ponía el justificado 2 a 0.
Sorprendió Nacional a los 26 minutos con el descuento de Bruno Fornaroli. A los 43 minutos Omar Pérez inició la jugada ofensiva cediéndola a Ruben Olivera. El 10 efectuó un pase soberbio para Carlos Bueno, quien celebró con un muy buen gol su cumpleaños (ayer en la concentración festejó sus 28 años).
Nuevo descuento de Nacional -Nicolás Bertolo a los 45 minutos- puso el parcial 3 a 2 favorable a Peñarol, una ventaja exigua que no expresaba las notorias diferencias en las producciones de uno y otro equipo.
El score se cerró apenas reanudado el encuentro. Carlos Bueno –siempre generoso en el juego- recuperó una pelota que cedió a Ruben Olivera, para que éste, con enorme categoría y con un toque sutil, disparara cruzado y anotara su segunda conquista y cuarta del equipo. Veinticinco minutos después el rival comenzó a sufrir sucesivas expulsiones, cuando el triunfo a favor de Peñarol ya estaba asegurado.
No es habitual que en un encuentro clásico un equipo sea capaz de establecer un predominio tan contundente en el juego colectivo y en las producciones individuales. El conjunto de Mario Saralegui lo hizo jugando un gran partido. Pero además de ello, Peñarol se mostró espiritualmente fuerte, convencido de lo suyo y exhibiendo un despliegue físico que habla de la excelente tarea a cargo del Prof. Gabriel Souza.
La multitud aurinegra que desbordó el estadio vivió una gran fiesta clásica. Peñarol bajó al rival tradicional y ahora lidera junto a River, a dos fechas del cierre del campeonato. La formidable remontada mirasol en la tabla hoy quedó ratificada con una actuación para el mejor recuerdo. La hinchada, ilusionada, ve que el sueño de campeonato es cada vez más posible. Peñarol ya no sólo gana: también entusiasma.
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