El gol del triunfo llegó a 6 minutos del final, tras un asedio constante sobre el arco rival durante todo el segundo tiempo. Alcoba y Franco fueron los autores de los goles aurinegros
Fue un final electrizante. El tiempo se agotaba y los permanentes ataques aurinegros no lograban quebrar el 1 a 1. Hasta que llegó el minuto 84. Antonio Pacheco puso en carrera por derecha a Fabián Estoyanoff y éste, como tantas veces en la tarde, lanzó la pelota hacia el corazón del área. José María Franco ingresó entre varios hombres con toda su potencia y determinación para concretar con pie izquierdo el ansiado y merecido gol de la victoria. Un gol que desató el delirio de la consecuente hinchada carbonera.
El partido había comenzado con Peñarol en ofensiva y Tacuarembó respondiendo con contra ataques punzantes, uno de los cuales derivó en la apertura del tanteador a los 16 minutos. El equipo de Mario Saralegui salió a buscar la igualdad y la alcanzó a los 33 minutos de ese primer período. Gerardo Alcoba fue el encargado de culminar una buena acción ofensiva, tras recibir una excelente habilitación de Omar Pérez. Con zurdazo cruzado dentro del área, el zaguero goleador puso la pelota contra el vertical izquierdo y decretó el 1 a 1 con el cual se cerraría el primer período. Después, al reanudarse el juego, el fútbol se volcaría definitivamente sobre el arco de la Ámsterdam, con Peñarol obsesionado con un triunfo impostergable.
La victoria premia el tesón y el batallar incansable de los jugadores dentro del terreno. Pero es también la recompensa para una hinchada que llegó en gran número al Estadio Centenario, soportó la lluvia y alentó sin pausas hasta el último minuto. Una vez más Peñarol ganó junto con su gente.
